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Aquí una historia sobre la concepción y el nacimiento de Lao Tse. Ciertamente un buen relato para pensar sobre nuestra propia condición humana. Historia e imagen recuperadas de la obra de Peter Sloterdijk, Esferas I.

Desde el contexto de los siglos XVIII y XIX el Taoísmo y el pensamiento chino en general tenían ya una carga histórica dentro de occidente. En esta época, el taoísmo venía con consideraciones realizadas por los jesuitas en los siglos XVI y XVII. Este había sido declarado por ellos como una superstición idólatra, denominándolo como una secta falsa cuyas prácticas daban campo para el delirio y la locura. Empero, cambió poco a poco la percepción, cultivando una admiración por la obra de Lao Tse, el Tao Te Ching, de la cual en el siglo XVIII fueron realizadas dos traducciones al latín por miembros de la misma orden. Pero los mismos intelectuales chinos continuaron su ataque contra el Taoísmo, aunque haciendo una distinción entre Taoísmo como religión supersticiosa de aquellos tiempos, y aquel filosófico propio de la antigüedad, considerando, claramente, el Tao Te Ching como la obra exponente (Clarke, 2000).