Las Artes Marciales - Más allá de la danza

06.05.2016
Las Artes Marciales - Más allá de la danza

Es ampliamente conocido que las artes marciales tienen de sí movimientos bellos que resultan placenteros a nivel estético. Sin embargo, no se basan en estos las artes marciales. Cuando se ven exposiciones o espectaculos que muestran amplias formas y escenas coreografiadas, es necesario tener en cuenta qué es danza y qué son artes marciales.

No son necesariamente contradictorias la belleza estética de los movimientos y las artes marciales, pero tampoco se encuentran necesariamente vinculadas. Recordar qué es lo importante es el punto clave para notar las verdaderas artes marciales. Los principios, las buenas bases, y la verdadera efectividad de los movimientos son unas de las características principales para ver la diferencia entre arte marcial y danza.

Entender los principios, sentirlos y continuar el aprendizaje y la profundización de estos, conforman la labor del artista marcial. Aquel que sigue este camino reconoce que en los principos yace algo que no solo aporta a la vida sino que la acaba por fundamentar. Es yendo al estudio profundo que se puede hallar una sabiduría más allá de la danza. No se desprecian las artes escénicas, pero sí hay que ver que estas difieren de las artes marciales.

Hay una característica por la que se rige el artista marcial, a diferencia de aquel quien practica la danza. Se trata de la efectividad de los movimientos. Es importante que los movimientos no sean vacíos, cada uno tiene un propósito marcial (recordemos que el término marcial está necesariamente vinculado con la guerra, el encuentro físico con el otro). Por ello cada movimiento es lleno de contenido en tanto está sirviendo un propósito más allá de lo estético. La defensa de sí mismo y de los otros por medio de la subyugación del adversario es la principal motivación de la aplicación de las técnicas aprendidas. Empero, esta efectividad por medio de los principios abre un espectro amplio y profundo en las artes marciales.

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El Kung Fu se rige por principios fisiológicos, físicos, psicológicos y filosóficos que están fuertemente arraigados a su práctica. Estos principios ofrecen al artista marcial mucho más que golpes y patadas -tanto dados como recibidos-. Es mediante estos principios que el artista marcial realiza una búsqueda de perfeccionamiento propio.

La paciencia es protagónica para el aprendizaje y apropiación de los principios del Kung Fu, así como en todo aquello que lleva gran valor a la vida (como el amor, por ejemplo). Pero, a través de tal esfuerzo, hay un cambio radical en la persona sin importar su contexto. El estudio paciente y tenaz del Kung Fu provee distintos beneficios que a la vez son uno solo. La perfección de sí mismo en todo aspecto -físico, mental, espiritual- es la búsqueda constante e interminable que tiene el artista marcial. El practicante, así como su maestro, reconoce la importancie de esto.

Para finalizar este artículo, se mencionan algunos beneficios de una interminable lista que se habría de hacer que hacer si se quisiese nombrar todos. Cualquier persona que haya elegido tomar este camino con juicio y dedicación podrá reconocerlos fácilmente.

Beneficios en Salud Física
- Mejora la condición cardiovascular
- Mejora la coordinación (habilidades motrices finas)
- Fortalecimiento de pequeños y grandes músculos
- Mejora de felxibilidad, lo cual ayuda a mantener la salud de músculos, tendones y circulación
- Promoción de hábitos saludables cotidianos

Beneficios en Salud Mental
- Aumenta la confianza de la persona
- Mejora las capacidades de relación con los demás
- La persona aprende a tomar mejores decisiones de manera más efectiva
- Aprende a controlar y manejar sus propios miedos
- Reconoce las capacidades que tiene para mejorar
- Aprende a distinguir qué es lo realmente importante para su vida

Estos son apenas unas menciones. Todos se dan de manera sistemática por medio del estudio serio y dedicado del Kung Fu tradicional chino. Se trata de un cambio de vida, de una nueva forma de sentir, de relacionerse y de experimentarse a sí mismo y al mundo alrededor.