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Apuntes para leer el Tao Te Ching II Parte - Acercamientos entre Europa y Lao Tse

16.11.2016
Apuntes para leer el Tao Te Ching II Parte - Acercamientos entre Europa y Lao Tse

Desde el contexto de los siglos XVIII y XIX el Taoísmo y el pensamiento chino en general tenían ya una carga histórica dentro de occidente. En esta época, el taoísmo venía con consideraciones realizadas por los jesuitas en los siglos XVI y XVII. Este había sido declarado por ellos como una superstición idólatra, denominándolo como una secta falsa cuyas prácticas daban campo para el delirio y la locura. Empero, cambió poco a poco la percepción, cultivando una admiración por la obra de Lao Tse, el Tao Te Ching, de la cual en el siglo XVIII fueron realizadas dos traducciones al latín por miembros de la misma orden. Pero los mismos intelectuales chinos continuaron su ataque contra el Taoísmo, aunque haciendo una distinción entre Taoísmo como religión supersticiosa de aquellos tiempos, y aquel filosófico propio de la antigüedad, considerando, claramente, el Tao Te Ching como la obra exponente (Clarke, 2000).

Esta distinción es de gran valor para notar la complejidad del Taoísmo y de su comprensión en occidente, que resulta diferente el denotarlo como religión o como filosofía. Las prácticas ritualistas de talismanes y exorcismos, ciertamente difieren de lo que los intelectuales chinos han llamado la pureza filosófica, en la cual se halla la maestría de Lao Tse y que consideraron que contenía gran valor. Hay, entonces esta distinción entre un Taoísmo puro y filosófico y uno supersticioso y en declive para los mismos filósofos chinos. Tal distinción se expandió incluso hasta el contexto de occidental, aunque la crítica del taoísmo supersticioso se popularizó con mayor fuerza.

Posteriormente, y profundizando en el valor del taoísmo filosófico, se dio la continuación del trabajo de bibliotecarios y sinólogos para la expansión del conocimiento sobre la historia y el pensamiento chino. En Francia hubo un interés particular sobre tales temas, abriendo institutos de estudio del pensamiento oriental, como se reflejó por el trabajo del Institut National des Langues et Civilisations Orientales. De este, un sinólogo en particular influenció fuertemente en la lectura que realizaron otros europeos de Lao Tse. El francés Jean Pierre Abel-Rémusat (1788-1832) dio las bases para la lectura occidental del Tao Te Ching y sus apreciaciones del mismo. Abel-Rémusat, más conocido por su experticia en la cultura japonesa, más que en la china, fue el traductor y estudioso de culturas orientales que otros autores europeos trabajaron con mayor profundidad para su estudio sobre el pensamiento chino.

De tal traducción no solo se tomaron sus obras de interpretación, sino que se obtuvo y se citó su traducción incompleta del Tao Te Ching, de los cuales solo se tenían los capítulos 1º, 14º, 25º, 41º y 42º (Kui, 2011). Distintos académicos se basaron exclusivamente en la obra de Abel-Rémusat: Memoires sur la vie et les opinions de Lao-Tseu (1823), en la cual la cual se ve la ausencia de gran parte de capítulos del Tao Te Ching. Por medio de esta traducción, distintos autores europeos han hecho un intento por vincular el pensamiento chino con el pensamiento griego, en particular con Pitágoras, por un lado, y con el hebreo, por otro. Esto ha llevado a una interpretación comparativa, una búsqueda de equidad entre Lao Tse y ciertas nociones más cercanas al mundo europeo de los siglos XVIII y XIX.

-          Andrés Salazar

-          Clarke, J. J. (2000). The Tao of the West : Western Transformations of Taoist Thought. London: Routledge.

-          Kui, W. K. (2011). Hegel's Criticism of Laozi and Its Implications. Philosophy East and West, 61(1), 56-79.

-          Rémusat, A. (1823). Mémoire sur la vie et les opinions de Lao-Tseu. Paris: Impr. royale.